Una canción, una historia
«The Show Must Go On» (El espectáculo debe continuar) es una canción grabada por la banda de Rock británica Queen y es seguramente uno de los temas más potentes, dramáticos y bellos que existen dentro de la discografía de Queen. Fue escrita por Brian May y cuando se la presentó a Freddie, lo primero que hizo fue disculparse, ya que sabía el nivel exigencia vocal que el tema requería para un Mercury que se encontraba en sus últimos meses de vida debido a que padecía la enfermedad del VIH.
La canción habla de manera ambigua sobre un inminente final (de la vida o de una relación amorosa) y concluye que, como dice el título de la obra (y el conocido refrán), «el espectáculo debe continuar«; simbólicamente el resto de la agrupación estaba preparando a los fans para lo que estaba por venir.
Debido a que la enfermedad tenía muy debilitado al cantante, sus compañeros decidieron que los falsetes y notas muy altas o agudas de los coros serían grabados por Taylor, además de grabar las pistas musicales por separado, para que Freddie Mercury sólo asistiera al estudio a grabar su voz. Las versiones de demostración presentaban a Brian May cantando las notas altas en falsete. Cuando May presentó el demo final a Mercury, tenía dudas de que Mercury fuera físicamente capaz de cantar aquella línea vocal altamente exigente de la canción. Para sorpresa de May, cuando llegó el momento de grabar las voces, Mercury bebió un trago de vodka y dijo: «I’ll fucking, do it darling» («Jodanse, lo haré cariño»), inmediatamente pasando a realizar la línea vocal y grabando en una sola toma.
“Jamás entenderé como Freddie fue capaz de alcanzar esas notas en la fase final de su enfermedad… Esa parte me parece increíble (el verso final), es como si Freddy hubiera encontrado la energía en alguna parte de su desgastado cuerpo para lograrlo… Nunca escuche a nadie cantar así en toda mi vida” asegura Brian May.
«The Show Must Go On» es la última canción de un disco tan perfecto y emocionante como Innuendo, un disco que hace honor a su nombre porque está plagado de insinuaciones y guiños alusivos a un final inevitable, y fue espectacular y humano la decisión de toda la banda de terminar este disco en el estudio junto a Freddie.
Una de las mejores frases de esta canción es “Por dentro mi corazón se está rompiendo, mi maquillaje puede deshacerse, pero mi sonrisa aun permanecerá”; una puntual referencia de la batalla que libraba Freddie contra el VIH, también refleja de fuerza de voluntad de los otros integrantes de la banda para también afrontar con una sonrisa el mal momento que estaba padeciendo su amigo y hermano.
Freddie canta “Las almas deben volar como las mariposas con sus coloridas alas, debemos sonreír, no darnos por vencidos, tenemos que llegar a la cima más alta, exagerar si es necesario a pesar de los múltiples problemas cotidianos, debemos encontrar la voluntad de seguir adelante, la voluntad de sacarle la vuelta a la situación; porque “El show debe continuar”.
«The Show Must Go On» Fue lanzada como sencillo el 14 de octubre de 1991 con “Keep yourself alive” (Mantente vivo) como lado B, es decir la primera y última canción de estudio y cuando Mercury aún estaba entre nosotros, lo cual lo hace un final épico y perfecto, y fue acompañada de un video clip de otros viejos videos y presentaciones de la banda en vivo, pues era obvio que Mercury no estaba en condiciones físicas para hacer este tipo de trabajo que tanta satisfacciones le dio.
6 semanas después, Farrokh Bulsara (Freddie Mercury) fallece a causa de una bronconeumonía, derivada de complicaciones del SIDA, el 24 de noviembre de 1991, un día después de comunicar oficialmente que padecía esta enfermedad.